jueves, 2 de octubre de 2008

Cordiñanes - Torre de la Palanca.




Nuevamente con vosotros, para compartir mi última experiencia por esos maravillosos parajes, que son los Picos de Europa. Aunque como peaje por todas esas maravillas, siempre te exige algo a cambio. Como mínimo, un gran esfuerzo y esta vez no iba a ser la excepción. Creo recordar, que de mi último "paseo" por aquellos lares (subida a la Torre de Salinas, por la canal de la Chavida), os decía que había sido la ruta más dura que había hecho hasta la fecha. Pues bien, ya puedo presumir de haber batido algún récord personal, aunque tengo que confesar, que en mi ánimo está no volver a repetir paliza semejante (para mis posibilidades), pues de esta forma no se disfruta plenamente la montaña. A los que sabéis de que va esto, os bastará con echar una ojeada a estos simple datos de Compe y lo entenderéis:












Casi 12 horas por el monte ( 10 en movimiento ) ya está bien y si son por estos desniveles, como para aborrecer las montaña:













En la ruta que os mencionaba anteriormente, de hace poco más de una semana, nuestra intención era esta de hoy, subir a la Torre de la Palanca, pero por circunstancias que ya os conté en su momento, terminamos en la Torre de Salinas. Así que, hoy, volvimos a intentarlo, esta vez desde Cordiñanes.











Aproximadamente, a las 9 de la mañana nos pusimos en marcha. Aunque deberíamos pasar cerca, nuestra intención no era llegar hasta el refugio, pero aquí nos informan que hasta allí, unas 4 horas:












Aunque no todo el mundo parece estar de acuerdo con eso:












Al principio se sigue un cómodo sendero, aunque desde el primer paso, ya se empieza a ascender sin descanso:












Parece ser que este sendero se le conoce por el nombre de Rienda de Asotín y tiene bonitos pasos como este, excavados en la roca:























Ese sendero desemboca en un pequeño hayedo...












... que se atraviesa sin pérdida posible. Lo que se pierde de vez en cuando es la señal de los satélites.
(Porquería de Gpssss tenemos).












Claro que, ¡quien mira al gps, teniendo estas cosas a las que mirar!
(Si lo pilla "Beltri"...)












Y si miramos hacia atrás... ¡casi nada!























Una de las cosas más impresionantes de esta ruta, nos la encontramos al salir del hayedo. Una tremenda zanja que baja desde el mismo borde de la pared de la Torre del Friero. Siento no estar muy documentado al respecto, pero creo que fue producida por una bestial tormenta y la fuerza de la cantidad de agua caída.












Poco antes de llegar a la Vega de Asotín, ya vemos algunas de las posibilidades de subida, en dirección a Jermoso:












Hacia abajo, ya dejamos atrás el hayedo:












Ya salimos a la Vega de Asotín. Parece que vamos a tener suerte con el tiempo. El sol terminará por imponerse a la niebla:












En ese punto debemos tirar a la izquierda y elegir entre coger la Canal Honda, que es esa que vemos ahí o subir por un camino bastante marcado hasta el Collado Solano. Por referencias leídas en otros reportajes, decidimos no coger la canal y subir dando un pequeño rodeo por la izquierda:












Una de las grandes dudas a priori, de la ruta. Creo que las dos opciones son válidas. Más directo por la canal, aunque lógicamente, más pendiente y con más piedra. La subida sería por aquí:












Si miramos atrás, veremos una gran parte de la Vega de Asotín...












... y el principio del recorrido de la tremenda zanja:












Creo que la opción de subir por la izquierda es la más acertada, pues de esta forma, sales al Collado Solano...












... que tiene unas vistas espectaculares. Para muestra un botón:












Claro que el mirador tampoco está mal:












El helicóptero, creemos que con "material" para el refugio:












Curiosas formas a contraluz:












Desde la Vega de Asotín, toda la subida es bastante dura, pero puede que lo mas incómodo sea el Argayo Congosto. Esto que vamos dejando atrás, poquito a poco:












Hay alguna "trepadina... interesante".












Llegamos a un punto, donde nos encontramos con el agua que baja de la fuente que hay en las cercanías del refugio y ahí se vuelve a coger por la izquierda:












Seguimos subiendo y pronto, ya tenemos buena vista del refugio de Collado Jermoso...












... y de su valiosa fuente. De ahí, por medio de una bomba, se abastece de agua el refugio... ¡supongo! Lo que si sé seguro, es que a la bajada cogimos agua y bebimos ahí y estaba de fresca y buenaaaa... (Además del bidón que se ve, entre las rocas, aparece el manantial donde se puede coger el agua con un recipiente que hay allí, "al efecto"):












Volvemos a mirar hacia el refugio y... ¿que ven nuestros ojos? ¿tendremos alucinaciones por el calor y el cansancio?  No, es el helicóptero de antes, que no nos habíamos equivocado. Iba hacia el refugio:












Efectivamente, cuando ya habíamos ganado bastante altura sobre el refugio, lo vimos despegar...












... y pasar por delante del mismo:












Incluso comentamos entre nosotros, si darle una propinilla para que nos acercara hasta la cumbre, porque lo que nos esperaba, le mandaba coj... (por cierto, no se por qué me acordé ahora. 4 horas... menos cuarto, hasta el refu):












Ahí abajo, se ve el Jou del Llambrión. En la subida, al llegar a él, el camino se divide. Hacia la derecha se va hacia el Llambrión y nosotros, síííí... otra vez a la izquierda:












Y hasta llegar a la cima, pocas fotos ya. Confieso que me costó un triunfo llegar arriba. "Les paraínes" para beber y coger aire, eran cada vez más frecuentes. Bueno, yo le decía a Aurelio, mi compi (algunos le recordaréis, el de la barbacoa en Áliva), que era para admirar el paisaje:












Ahora el refugio, se ve como un puntito verde, allí abajo:












Pero todo el esfuerzo tiene su recompensa. Lo primero que se ve al llegar a la cima es esto. Ahí detrás asoma "el Jefe":












Arriba, no está muy claro cual es exactamente la cima, pues no hay ni vértice ni buzón. Hay unos tres o cuatro "picuchos" de aproximadamente, la misma altitud y en todos ellos hay "jitos" de piedras. Así que una foto "por ahí", para que se vea que aunque me costó mucho, llegué a la cima. (Detrás, uno de los monstruos sagrados):












Y ahora, el mejor resumen de la recompensa. Dando la vuelta, en redondo, veíamos todo esto:










Y ya, poco más. Un detalle curioso que se me escapó a la subida:












Otra buena visión de la Torre del Friero:












Cuando todavía estábamos muy arriba, la cosa se empezó a poner fea.












Fea, pero interesante a la vez.























Vimos bastantes rebecos durante buena parte del trayecto. Y ellos a nosotros:












Al final, lo de la niebla no fué muy grave. Menos mal, porque la batería del gps decía..."sin carga", la mía decía... "en reserva" y a la de la cámara le quedaba lo justo para hacer esta foto del lugar donde nos esperaba el coche...


... para 3 horas después (sobre las 12 de la noche), con otra paliza de coche añadida, jugándonos la vida de sueño y cansancio, llegar a casa. Lo normal sería decir... "llegar a casa odiando la montaña", pero la verdad es que en el viaje de vuelta ya comentábamos cual sería la siguiente salida que haríamos y que... os contaré.
(Y ya que de odio hablaba, espero que vosotros no me odiéis a mí, por este montón de "piedrolos" que os acabo de "ENVIAR").



Hasta la próxima.










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