lunes, 25 de septiembre de 2017

PEÑA PRIETA, desde Cardaño. ¡¡Esta vez, sí!!




No tenía la sensación de que fuese tanto, pero acabo de comprobarlo y son casi tres meses y medio sin hacer ninguna actividad en montaña, lo que me hace pensar si se me estará "terminando la cuerda" y lo que fue una afición tardía pero fuerte, estará llegando a su fin. En el fondo, confío en que solo haya sido motivado por las obligaciones de trabajo de Amadeo, que le impidieron ausentarse durante la temporada de verano. Esto también confirma que la que fue en mi, en tiempos pasados, condición de "lobo solitario", está pasando a mejor vida.
Más que nunca, esta vez era "imprescindible" su compañía, pues nuestro objetivo de hoy no podía ser otro, que el de sacarnos la espina que teníamos clavada desde nuestra última salida:  viewtopic.php?f=523&t=56853
En aquel reportaje, amenazábamos con volver a intentarlo y aprovechando unas mejores condiciones meteorológicas, nos acercamos hasta Cardaño de Arriba, desde donde comienza nuestra andadura.
Un primer vistazo hacia atrás, nos permite ver lo más llamativo de la zona y a la vez, comprobar que en esta ocasión, madrugamos bastante más que en nuestro intento anterior:












La escasa luz de la mañana, no ayuda a la calidad de las fotos, como bien se puede apreciar en estas:














Estas fotos del ganado, bastante abundante por la zona, me traen al recuerdo uno de los alicientes más destacados de la jornada. Durante buena parte de la mañana y de lo más avanzado de la tarde, pudimos disfrutar de una espectacular berrea. Al pertenecer los terrenos a la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas, la abundancia de venados era más que notoria. También me traen un recuerdo menos agradable, pero de ese "hablaremos" un poco más adelante.











Al tratarse de una especie de segunda parte, no voy a ser muy pesado con las fotos, pues de lo más relevante de la zona, ya dejé constancia la vez anterior.
Por supuesto, no puedo dejar de poner alguna de las impresionantes Agujas de Cardaño, lugar de paso de nuestra ruta y que no pudimos remontar en nuestro intento fallido. ¿Podremos en esta ocasión? Creo que esta pregunta ya quedó respondida en el título de este reportaje: 























A nuestra izquierda, otro de los destacados de la montaña palentina:












El mal recuerdo de las fotos del ganado al me refería hace un momento, es este:
(Advierto que las fotos pueden herir la sensibilidad del espectador).

























El fondo elegido para morir, no puede ser más impresionante, pero...
¡En fin!, ley de vida. Los buitres lo habrán agradecido.











Y en este punto, a mi me invadió el pesimismo. Yo también me veía pasto de los buitres. Curiosamente, más o menos en este punto, tuvimos que abandonar la vez anterior. No se si motivado por la falta de actividad a la que me refería anteriormente o por el escaso alimento (un café con leche a las 5 y pico de la mañana, pues recuerdo que para desplazarnos desde Cantabria hasta Cardaño y empezar a caminar temprano, el madrugón era obligado), además del pesimismo, lo que me invadió fue una tremenda "pájara". Una enorme pesadez en la piernas y tremenda sensación de hambre, síntomas claros de la misma. Afortunadamente, una parada obligada a reponer fuerzas (eran ya sobre las doce del mediodía) y un pequeño descanso, me permitieron una buena recuperación, imprescindible para afrontar lo que nos esperaba:

























Mientras me recuperaba, aproveché para hacer una foto al bonito Pozo de las Lomas...












...y observar su fauna y flora. (Uno de los pocos lugares donde se pueden ver los Tritones Alpinos, por la pureza de sus aguas):


































No puedo reanudar la marcha sin echar otro vistazo atrás, al impresionante Espigüete, del que tengo extraordinarios recuerdos de "tiempos pasados":













Pero ahora hay que mirar hacia adelante y lo que nos espera, pondrá a prueba mi recuperación:












Parece que ha sido buena, pues de estas espectaculares vistas, solo se puede disfrutar una vez superadas las temidas "Agujas":












Otro buen trecho de subida, aunque con menos desnivel y llegamos al pico Tres Provincias, desde donde el espectáculo es total.
(La razón de su nombre no es otra, que en ese punto confluyen las provincias de Cantabria, León y Palencia):
























































Como siempre, dejamos constancia de haber estado allí:























Aunque queda muy bonito en la foto, lo que vemos hacia los Pozos de los Altares, no me gusta demasiado:












Sin embargo, hacia la parte de la laguna de Fuentes Carrionas (nacimiento del río Carrión), está más despejado:












Sin perder demasiado tiempo, tomamos el sendero hacia nuestro anhelado objetivo, Peña Prieta, con paradas mínimas para hacer alguna foto a pequeños detalles que llaman mi atención:


































La niebla continúa amenazante:
























Cuando llegamos a la cima, la niebla ya no nos permitía ver nada. No nos importaba demasiado. La satisfacción de haberlo conseguido, se refleja claramente en la cara de Amadeo:













La mía, aunque no se aprecie tanto, no era menor. 
Recordaré que aunque para mi era la segunda vez que estaba en esa cima (la primera también se hizo de rogar), tenía un interés especial en que Amadeo la pisara por primera vez y que ya era el tercer intento, pues en otra ocasión lo habíamos intentado desde San Glorio y desde el Tres Provincias renunciamos por falta de luz):












Donde no había estado, a pesar de su cercanía, era en el Pico del Infierno, también conocida su cima como Peña Prieta Sur. Destacar, que pese a su proximidad, Peña Prieta es la cima más alta de Cantabria y el Pico del Infierno, la más alta de Palencia, con solo dos metros menos de altitud que la primera.
























Aunque tampoco pudimos ver nada, nos hicimos las fotos de rigor:
























Dejamos ambas cimas atrás:






















Una vez abandonadas las cumbres, la visibilidad mejora notablemente:























Salvo esos momentos en las cimas, pudimos disfrutar de las maravillas del lugar.
Desde la cresta que lleva al alto del Tío Celestino (curioso nombre), teníamos vistas hacia ambas vertientes:























Aún nos esperaba un incómodo descenso por la ladera de ese pico, hasta llegar al Pozo de las Lomas y desde ahí, otras tres horas más o menos, hasta el punto de salida, pero la felicidad que nos embargaba, me animó incluso a "jugar" con esta bonita cascada del arroyo Valcabe:











Pero en montaña, no se puede bajar la guardia hasta el último metro. Otros peligros nos aguardaban:












Sin embargo, no era "tan fiero el león como lo pintaban". Era tal el contento de Amadeo, que si hubiera tenido una muleta a mano, le hubiera pegado unos pases.   rrr28












Y unas 10 horas después (la luz que muestra el Espigüete, delata que no es la misma que cuando partimos por la mañana), cansados, pero muy satisfechos por haberlo conseguido, retomamos el largo camino a casa, planeando una nueva salida, que deseamos no se haga esperar otros tres meses largos y que nos haga pensar que todavía tenemos cuerda para rato:




Hasta la próxima.