Una vez más, me cuesta bastante decidirme a "publicar" mi última salida, por varias razones. Una, la actividad febril con la que salen reportajes en esta época vacacional, de muchas de las "vacas sagradas" (con perdón), del foro, motivo por el cual, todo mi trabajo se verá hundido en el pozo del olvido en cuestión de minutos. Pero esto no es lo más importante, pues tampoco pretendo acaparar atenciones. Otra de las razones principales, es la sensación de no tener mucho que ofrecer, para un lugar que tiene tanto que dar. El convencimiento de que el... "material" recopilado y la información, son muy escasos para lo que se merecen tan privilegiados parajes. Pero es lo que hay y como dice el refrán, "el que da lo que tiene, no está obligado a dar más".
La ruta en sí, la iniciamos desde Soto de Sajambre, pero poco antes de
llegar, ya podemos disfrutar de buenas vistas de su "hermano mayor"... Oseja:
A la sombra de la imponente Pica Ten.
Poco antes de llegar al pueblo de Oseja, nos desviamos, para llegar, después de 4 kms. por una estrechísima carretera (donde cruzarse con otro vehículo, puede ser una aventura), a Soto de Sajambre. Pueblo famoso, entre otras cosas, por la casa tiroteada y que yo no tuve oportunidad de "retratar". (Esta foto se la he "robado" a "beltri", como admirador suyo que soy. Espero que no me reclame derechos de autor).
Yo me tuve que conformar con esta, de apariencia más pacífica:
Una vez puestos en marcha, pronto tuvimos visión de una buena parte de nuestro objetivo del día:
Y ya en todas direcciones, las vistas de las montañas que nos rodeaban, empezaban a ser espectaculares.
Quizás debo decir, para los que conozcan la zona, que nuestra aproximación a la Peña de Beza y al "Cantu", no fue la más habitual y que se suele hacer por un trecho de la Senda del Arcediano. Nosotros decidimos "pasar" antes por la majada de Vegabaño a donde se llega después de unos kms. por una cómoda y sombría pista:
Preciosa la majada de Vegabaño y al fondo, lo que nos esperaba:
No sin antes, acercarnos a "olisquear" el refugio. (Que por cierto, parecía tener montado un tenderete como para una boda).
Desde allí también hay buenas vistas hacia Picos.
Saliendo de Vegabaño, con el refugio al fondo y arriba a la derecha, el que creo es el Pico Jario.
Y nos empezamos a aproximar a la Peña Beza.
Ahora vamos ganando altura por un bonito sendero.
Ahí abajo va quedando Soto de Sajambre. (Menudo "cinturón industrial" tiene, ¿eh?)
Y tocaba empezar a pisar piedra. Subimos por la Canal de La Misa.
Cuando llegamos al collado, la vista ante nosotros, fue de lo más impactante de la jornada. (Lástima de foto). A la derecha la Peña Beza, a la izquierda el Canto Cabronero y en el medio las Peñas de Cebolleda:
¡Bonito pico, si señor! "El Cantu Cabroneru":
Estas nos debieron de confundir con alguien que les llevaba comida. "Lo sentimos, no teníamos para todas":
Una vez en la cima de la Peña Beza...
... tenemos buenas vistas hacia todas partes. Otra vez el punto de partida:
Hacia el impresionante bosque de Vegabaño.
Tirando del poco zoom que hay.
Este, el de la izquierda, si no me equivoco, es otro de los "reyes" de la zona, el... ¿Tiatordos?
Ya tenemos otra visión del "Cantu":
Y de los Picos.
Otra vista de la cima que nos quedaba por subir:
Y la Peña Beza que se iba quedando atrás:
Después de pasar por las "hermanas pobres", Peñas de Cebolleda y no sin dar un rodeo y subir por caminos... inciertos, pero sin mucha dificultad, llegamos a la más esperada cumbre de la jornada. (Por cierto, desvalijada y desolada, sin un triste buzón ni nada que se le parezca. Según tengo leído, había una cruz y alguien con mucho amor a la montaña, se la llevó, no sin antes destrozar unas cuantas piedras).
Allí, uno se siente pequeño e insignificante:
Y allí decidí que tenía que dar un pasito más y aprender a hacer panorámicas, pues la que tenía ante mis ojos, era, como se dice ahora... ¡flipante!
Pero como todo no iba a ser perfecto, no podía faltar algo que me lleva acompañando en casi todas mis salidas de este año. La niebla. No pudimos disfrutar de esa panorámica mucho tiempo y tuvimos que abandonar tan magnífica atalaya, antes de lo deseado. No sin antes dar buena cuenta de lo que, según mi compañero Aurelio, es el mejor antídoto contra la niebla. Aquí le vemos en plena faena:
Una vez en los Puertos de Beza, tomamos, ahora sí, la Senda del Arcediano, donde encontramos este buen pilón de agua. (A alguno le vendrá bien, si el bocadillo era de jamón).
Una última mirada atrás...
... y regreso por cómoda pista hasta volver al punto de partida, ya sin mucho
ánimo, ni fuerzas para sacar más fotos. Motivos había, a cada paso, por eso
decía al principio que tenía la sensación de haberle sacado poco partido a tan
maravillosa ruta.
Como casi siempre, dejo un par de detalles de la misma:
Y como despedida, un "detallín" que a un astur fuera de su tierra, le trae buenos recuerdos.
Hasta la próxima.
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