miércoles, 30 de julio de 2025

NECRÓPOLIS DE TEJUELA. "Mucho esfuerzo y escasa recompensa".




¿Decepción? Sí, seguramente es el adjetivo que mejor califica el sentimiento que me dejó esta ruta, a la que incluso me está costando encontrar un título apropiado. En principio iba a ser: Desfiladero del Sobrón desde Bozoó. "Empacho de girasoles". Pero, por un lado, me pareció demasiado largo y por otro, ni siquiera recuerdo haber pasado por un lugar que "merezca el título" de desfiladero. (Lo del "empacho de girasoles" va a quedar justificado a lo largo de nuestro camino por el lugar y por esta reseña).
De momento, nos ponemos en marcha, y digo nos ponemos por que en esta ocasión y "malgastando" un día libre en el trabajo, voy acompañado por Ricardo. "Lo siento, Ricardo". (Al menos el reportaje lo agradecerá). 

Como en otras muchas ocasiones, empezamos a caminar desde la que, en todos los casos es "la mejor casa del pueblo":












El nombre de dicho pueblo, es el mismo que el de este...coqueto bar:












Una "pequeña" muestra por qué lo del empacho de girasoles:














































La verdad es que los girasoles son muy fotogénicos y nos dieron bastante "juego". 
Al respecto quiero decir, sin que esto se entienda como una presunción por mi parte, que una cuidada fotografía (sobre todo en el caso de Ricardo), puede dar lugar a sobrevalorar la importancia de una ruta, a quien lo esté viendo "sobre el papel". Y en este caso, modestamente, creo que es así.











Los contrastes de color de las tierras castellanas siempre son un aliciente para la vista:























Dudo mucho que esa señal ayude a encontrar o saber el nombre del próximo pueblo y que es el que se ve en la siguiente fotografía:























Por cierto, muy bonito y bien cuidado y con ese detalle de las fotos en las paredes, imagino de antiguos moradores de esas viviendas y que yo no había visto en ninguna otra parte hasta ahora:









































































Creo que es el momento de decir, que era un recorrido que yo había planificado con esmero (buena parte de la decepción podría ser por eso), pues al trazado original le había añadido un extra de algunos kilómetros, para hacer una visita a un rincón con un alto valor cultural e histórico y que después de lo visto ha sido el principal aliciente de la ruta.
¿El lugar?... éste:












Curiosa "fuente" en el camino:





































































































No sé si es que yo estoy hoy especialmente crítico, pero para ser un lugar de tan alto valor arqueológico (en el tiempo que nosotros estuvimos allí para hacer estas pocas fotos, llegaron dos vehículos con bastantes personas), me dio la impresión de un cierto abandono. Hay una zona de descanso con mesas y bancos donde la hierba era casi tan alta como las mesas.











Seguimos el camino y "nos tomamos otra ración de girasoles":
























































¡Cuidado quienes coman estas pipas que podrían estar contaminadas!  😂😂😂


































Restos de un antiguo molino:












Donde Ricardo aprovecha para hacer alguno de sus artísticos "trabajos":












A mi me salió esto:












Es posible que no actuáramos con responsabilidad pero en esta ocasión nos saltamos la prohibición. No teníamos otra alternativa factible:


































Pared preparada para escalada:















Foto de Ricardo.























































Aquí empieza el despliegue de zoom de Ricardo:
(A propósito, para terminar de confirmar la no muy buena impresión de la ruta, yo no solo no tenía zoom, si no que perdí la tapa del objetivo de mi cámara recién estrenada).


Foto de Ricardo.












Foto de Ricardo.











Gracias a ese zoom descubrimos la existencia de una vía ferrata en la zona:


Foto de Ricardo.












Foto de Ricardo.












Foto de Ricardo.











Unos kilómetros más bordeando el río, sin más aliciente que hacer alguna foto a algún árbol torcido o a la superficie del agua del Ebro:






















































Bueno, de vez en cuando había algún rincón para entretenerse.
"Fuente de la Salud":






















En ese punto estaba dicha fuente:























Y a partir de ahí, poco más digno de mención, como no sea la dureza de los kilómetros de subida (bastante desnivel en una distancia relativamente corta), para llegar a un alto donde la únicas vistas que nos esperaban eran las de una interminable pista entre pinos.
Un par de detalles para que se pueda ver sobre todo el desnivel al que me refiero:


































Con algún paso realmente complicado, como este, donde había que subir ayudándose con una cuerda:
























Foto de Ricardo.













































































Otra curiosa fuente, pero esta vez completamente seca:


































Es posible que nosotros hayamos sido culpables de no haber "aprovechado" todo el interés del recorrido, pues más o menos en este punto había un cartel que señalaba un desvío de 800 mts. (que luego había que desandar), donde se supone que había un mirador natural y la verdad es que ya no íbamos con las fuerzas y sobre todo con la ilusión de hacerlo:













Foto de Ricardo.











Ahora, con dedicatoria especial a Luis (incondicional, pero crítico seguidor de mis reportajes), un lote de fotos de animales, que le gustan especialmente y... ¡a mí también!:



































































Ricardo también hace su aportación:


Foto de Ricardo.












Foto de Ricardo.












Foto de Ricardo.

Lo siento Luis, pero hoy solo había vacuno.  😉










No sé cual será exactamente el cometido de estos remolque cargados de tubos, pero fue de las pocas cosas que llamaron mi atención en varios kilómetros de pista que se nos hicieron interminables:


































Una prueba más, es que Ricardo, a falta de cosas más interesantes que fotografiar, se entretuvo (sin llevar objetivo específico para ello) en hacer alguna foto macro, de la que es un auténtico maestro. Bueno, igual no tanto, no vaya a ser que se lo crea y tenga que rogarle que me acompañe en futuras salidas.  😂
(No pondré nada al pie de foto, pues estas son todas suyas):














































Mi primera intención era, tal y como dije en mi anterior salida, haber hecho la segunda parte de aquella, por los Cañones del Ebro, pero al ir acompañado de Ricardo decidí cambiar de itinerario, por algo que a priori creía de más "entidad". Creo que me equivoqué. Aún así, espero que esta modesta reseña, por un paraje, también modesto, haya merecido la pena...



Hasta la próxima. 










No hay comentarios:

Publicar un comentario