¡Y ese algo más, no es poca cosa!
Tal y como dije en el reportaje anterior, estaba seguro de que mi habitual compañero de rutas (Ricardo), iba a traer buen "material" de su incursión por la Cordillera Blanca en Perú.
Solo voy a poner una pequeña muestra, para que os hagáis una idea (los que no tengáis la suerte de conocerlo) de lo impresionante del lugar.
Al final de las fotos pondré el vídeo resumen del viaje, editado por él y que recomiendo encarecidamente disfrutéis como yo lo hice:
No todo es maravilloso:
VÍDEO:
Soy consciente de que estoy "tirando piedras contra mi tejado". ¿Cómo se me ocurre después de ver esto, intentar que alguien pierda el tiempo en ver mi sencillo paseo por la modesta Peña Amaya burgalesa?
Bien es cierto que no pretendo quitar interés a un lugar, que forma parte del Geoparque de Las Loras, con un alto valor histórico.
Vaya por delante que los datos que voy a aportar son "robados" de uno de mis blogs de referencia y que aconsejo seguir a todo amante del senderismo, especialmente por terreno castellano. Reportajes muy completos, con buena fotografía y alto nivel de conocimiento cultural, histórico, etc. y con el valor añadido de poner a disposición los tracks de todas las rutas en Wikiloc:
Este es el enlace al blog y a un reportaje "serio" (nada que ver con "esto" que pongo que yo) de la ruta a la Peña Amaya:
Visitar la peña Amaya es retroceder al pasado más antiguo. Protegida por impresionantes precipicios, ha estado poblada desde la Edad del Bronce, hace unos 3000 años. Fue capital de los cántabros, pueblo prerromano. El emperador Augusto la arrasó avanzando desde el cercano Sasamón hacia 29 a.C. Fue nuevamente repoblada por los cántabros que siempre la consideraron su capital, asomada a la meseta. Nuevamente, los godos, bajo el reinado de Leovigildo, la asaltaron en 574, matando a todos sus habitantes. Después de su repoblación, Tarik la conquistó de nuevo en 711. Finalmente, en 860 fue repoblada por el conde Rodrigo para Castilla. Tras el avance de las fronteras hacia el sur siguiendo la repoblación, pasó al olvido. Es posible aún ver restos arqueológicos y en las soledades de hoy, nos imaginamos cómo pudo haber sido en el pasado.
Poco antes de llegar al pueblo de Amaya (del mismo nombre que la Peña), me detengo al borde de la carretera para tomar esta foto del sitio por donde voy a transitar dentro de un rato:
En el punto donde se inicia la ruta, hay este cartel informativo y otros muchos en diferentes puntos de la misma:
Al principio califiqué mi recorrido de hoy como un cómodo paseo y ciertamente lo es. Solo en los puntos de acceso y abandono de la parte alta hay alguna pequeña dificultad, más que nada por la pendiente, carente de otra dificultad o riesgo.
Curiosa construcción de la que ignoro su cometido:
La Peña está dividida en dos bloques rocosos. El primero de ellos es el "El Castillo", llamado así por que al parecer hubo una fortaleza de ese tipo, en tiempos pasados:
La división que separa los dos bloques tiene un cierto parecido con la "Brecha de Rolando":
En las proximidades de este buzón hay una cueva de la que siento no tener documento gráfico. Tampoco tenía un gran interés:
Por la zona verde que se ve en el centro de la foto acabo de bajar y en la roca de la izquierda (según se mira la foto) se intuye la cueva a la que hacía referencia en una foto anterior:
Otra mirada atrás:
Aunque la ruta circular se puede hacer en cualquier sentido, yo elijo bordearla por la parte izquierda, por esa zona de sombra.
Y aprovecho para decir que la predicción era de temperatura bastante alta (26º), pero un fuerte viento, bastante desagradable, hacía que la sensación fuera más bien de todo lo contrario:
Mirando atrás:
Desde este punto y sin llegar a la parte alta, hago con el móvil una de mis habituales "cutres" panorámicas:
Pinchar en el enlace para ver más grande: https://is.gd/x6OTEm
Este es el primero de los puntos donde el terreno se pone un poco más exigente para subir a la parte alta de la "meseta":
Una vez arriba, el punto más alto de la Peña Amaya se puede ver al fondo de la fotografía.
En todo momento se camina por un terreno sin ninguna dificultad:
De aquella parte vengo:
El buzón...o lo que queda de él:
El vértice geodésico se encuentra en mejor estado:
Esta foto que pongo ahora, me recuerda que no dije nada sobre que, al ser un día laborable, no me acompañó Ricardo y esta vez lo hice en solitario. Es por eso que el trípode improvisado para hacerla fue el suelo, por lo que posiblemente no sea la mejor foto de cumbres posible. El modelo tampoco da para más:
Ese pueblo que se ve en la parte contraria de Amaya, creo que se puede tratar de Rebolledo Traspeña:
Y aquí es el segundo punto donde la dificultad es mayor, para abandonar la parte alta y comenzar a bordear la Peña por la falda, de donde voy a poner unos cuantos detalles (sin comentarios), recalcando que es una auténtica delicia de recorrido:
Ya veo cerca Amaya, uno de los puntos ideales para comenzar la ruta. En esta ocasión, yo preferí acortar el recorrido en casi 2 kms. por una pista que te acerca a la falda de la montaña, hasta un aparcamiento donde muere la misma y que te evita caminar esa distancia por una "carretera" sin interés:
Continúa el espectáculo:
En este punto pierdo altura para ir cerrando la circular y tomar dirección al aparcamiento, pero aún tuve tiempo de hacer alguna captura más para conservar recuerdos de una sencilla pero muy gratificante y recomendable actividad, una vez más por terrenos castellanos, esta vez casi "a caballo" entre Burgos y Palencia:
Y para terminar, pedir disculpas por el atrevimiento de hacer esta reseña tan modesta, después de ver el "despliegue" espectacular de Ricardo, a quien dicho sea de paso, he echado en falta su compañía en mi paseo de hoy. Aunque pensándolo bien, esto le hubiera parecido una "Ruta para peques".
Alguna ventaja tenía que tener el hacerla "entre semana". El aparcamiento para mí solo:
😉
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