Según la definición de nuestro diccionario, "Paseo militar" se dice coloquialmente de algo...
"Que resulta muy cómodo, fácil de hacer, que requiere de muy poco esfuerzo".
Es por eso que jugando un poco con la palabra "cañón", decidí poner ese título al reportaje, aunque lo de "Ruta para peques" o "Paseo para abueletes" también hubiera encajado bastante bien.
Y es que había algunos condicionantes que requerían algo sin grandes exigencias físicas y en este caso creo que la elección fue acertada. Lo que no quiere decir que el interés paisajístico sea menor, tal y como espero mostrar con algunas de las fotos que voy a poner seguidamente.
Si bien quiero advertir, que esta reseña va a estar, a la altura del recorrido en cuanto a la sencillez de la misma. No habrá ningún gif, ni panorámicas, ni vídeos ni "Fotos de Ricardo" (que dicho sea de paso, siempre suben el nivel de mis reportajes). Obligaciones laborales de éste, hicieron que, una vez más, me ponga en marcha en solitario.
Al principio por una cómoda pista...
... que pronto abandono por la izquierda para ir ascendiendo por un bonito sendero que será la parte más exigente de toda la ruta:
Hay que desviarse un poco de la ruta marcada, para ver estos vestigios de una antigua cantera abandonada:
Este es el punto más "complicado" del camino, pues si no se conoce o no se lleva gps es muy difícil de encontrar, ya que está en una parte "cualquiera" del amplio páramo, sin indicación de ningún tipo y bastante escondido en el borde de una zona boscosa:
Una vez te adentras en él y se empieza a perder altura para bajar al nivel del río, las vistas sobre el cañón ya son espectaculares.
Tengo que advertir que en algunas partes del sendero de bajada hay que poner algo de cuidado, pues es bastante estrecho con algo de "patio", pero tampoco con un riesgo excesivo. Simplemente poner un poco de cuidado. Y digo esto por que en alguna parte he leído que poco menos que te vas jugando la vida en cada paso y nada más lejos de la realidad. En algunas de las fotos que pongo a continuación se podrá apreciar eso y lo atractivo del lugar:
En este punto llego a la parte baja, donde retomaré la cómoda pista que en unos escasos 5 kms. me llevará nuevamente al punto de salida, pero antes haré una visita al único punto de interés que me resta por ver antes de terminar mi "paseo militar" y que no es otro que la abandonada ermita de Nuestra Señora del Ebro.
La primera imagen del lugar no es precisamente muy atractiva:
Por suerte, desde otros ángulos mejora bastante:
Incluso me gustó tanto el rincón, respiraba una tranquilidad tan impresionante, que a falta de cumbres más destacadas, me apeteció hacer un posado allí:
También aproveché la paz y lo confortable del sitio para reponer fuerzas y ya desde ahí hasta el final, los 4,7 kms. restantes por esa llana pista bordeando el Ebro, fotografiando algún detalle que me llamó la atención y que dejo aquí, ya sin muchos comentarios:
Tan "artística" señal me recuerda que esta parte del recorrido forma parte del GR-99, aunque creo que este comentario también sobraba:
Aunque el verde ha sido el color predominante durante casi todo el camino, en todas partes hay una "oveja negra":
Lo contaré:
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