Lo primero que debo decir, es que no tenía pensado publicar nada de esta salida, pues soy consciente de que no voy a aportar nada muy diferente desde la última vez, entonces en compañía de Ricardo.
Y confieso que personalmente es la 5ª o 6ª vez que solo o en compañía de otras personas he pateado la zona. Seguramente aprovechando lo cerca que lo tengo de casa (unos 10 minutos de coche), pero siempre me sorprende por su belleza, no exenta de cierta dureza. Tiene tramos de lapiaz donde hay que extremar las precauciones.
Esta vez fue Amadeo, que no lo conocía, el "culpable" de que vuelva una vez más a disfrutar de un rincón que tenemos la suerte de tener "al alcance de la mano".
También diré que no será un reportaje con muchos comentarios, pues sería repetirme de la visita anterior (si bien acabo de comprobar que ya va a hacer casi 2 años) y no quiero ser pesado.
Así pues, pondré unas cuantas fotos (como casi siempre, más de las que debería. Pido disculpas por ello), aprovechando que es un lugar donde hacerlas con un cierto interés tampoco es tan difícil. (Lo que no quiere decir que yo esté tremendamente satisfecho de las mías).
Energúmenos hay en todas partes:
Es habitual ver bastantes buitres por la zona pues se trata de una colonia de la que se dice que es la única que nidifica y habita en el litoral y la más cercana al mar que se cree de toda Europa.
Liendo, Santoña, Laredo, Colindres, las vistas desde aquí son espectaculares:
Y así llegamos a la primera de las "cotas" que da nombre a todo el sector: Pico o Monte Candina.
(También creo que se le conoce como Solpico, si bien ese nombre se puede leer en otro buzón próximo a la zona).
Y llegamos a una segunda "cima"...
...donde Amadeo vuelve a hacer ostentación de tan importante logro:
La popular "Ballena de Sonabia", otro de los alicientes del lugar:
Por cierto, a Amadeo le encantó la ruta y aunque no es lo más aconsejable para manejarse por el lapiaz, lo celebra como se merece:
De esta no recuerdo el nombre pero lo que sí está claro es que el buzón no soporta bien el paso del tiempo ni los aires "salados" del mar:
No sabemos el nombre pero dejamos constancia de haber estado allí.
Amadeo para compensar lo de antes, "rebaja" el alcohol del vino con un poco de agua:
Todavía nos quedaba otra "cumbre" que celebrar.
(La Peña de la Serna creo que se llama ésta. 388 msnm.):
Y ya en el mismo camino por el que subimos, volvemos a ver la impresionante encina, donde Amadeo vuelve a demostrar su buen humor:
Al final, creo que puse más fotografías y más comentarios de lo que tenía pensado al principio.
Como conclusión, sigo pensando lo mismo que puse en el título del reportaje anterior:
A primera vista, parece "poca cosa", pero no solo se puede decir eso de que nunca defrauda. Que nadie piense que allí se puede ir a dar un paseo. Una buena prueba la podemos ver en las piernas de Amadeo. (Las mías también tenían lo suyo, hasta el punto de prometerme a mi mismo que no vuelvo al monte en pantalones cortos):
Hasta la próxima.
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