lunes, 30 de septiembre de 2024

MONTE CANDINA, "otra vez y van......"

 

Lo primero que debo decir, es que no tenía pensado publicar nada de esta salida, pues soy consciente de que no voy a aportar nada muy diferente desde la última vez, entonces en compañía de Ricardo.
Y confieso que personalmente es la o vez que solo o en compañía de otras personas he pateado la zona. Seguramente aprovechando lo cerca que lo tengo de casa (unos 10 minutos de coche), pero siempre me sorprende por su belleza, no exenta de cierta dureza. Tiene tramos de lapiaz donde hay que extremar las precauciones.
Esta vez fue Amadeo, que no lo conocía, el "culpable" de que vuelva una vez más a disfrutar de un rincón que tenemos la suerte de tener "al alcance de la mano".
También diré que no será un reportaje con muchos comentarios, pues sería repetirme de la visita anterior (si bien acabo de comprobar que ya va a hacer casi 2 años) y no quiero ser pesado.
Así pues, pondré unas cuantas fotos (como casi siempre, más de las que debería. Pido disculpas por ello), aprovechando que es un lugar donde hacerlas con un cierto interés tampoco es tan difícil. (Lo que no quiere decir que yo esté tremendamente satisfecho de las mías).












El principio de la subida es bastante incómodo y resbaladizo:























Dando un vistazo atrás se puede intuir el camino por el que venimos:












Energúmenos hay en todas partes:












El camino no tiene pérdida y las vistas merecen la pena:
























































Es habitual ver bastantes buitres por la zona pues se trata de una colonia de la que se dice que es la única que nidifica y habita en el litoral y la más cercana al mar que se cree de toda Europa.
























































Primera visión que tenemos de los famosos "Ojos del Diablo", que Amadeo admira con atención:













































Liendo, Santoña, Laredo, Colindres, las vistas desde aquí son espectaculares:


































Y así llegamos a la primera de las "cotas" que da nombre a todo el sector: Pico o Monte Candina.
(También creo que se le conoce como Solpico, si bien ese nombre se puede leer en otro buzón próximo a la zona).












Amadeo y yo presumimos de haber ascendido a tan "importante cumbre" de 481 metros de altitud:























A escasa distancia se puede ver este recordatorio reciente. Cuando yo estuve la vez anterior no estaba todavía, donde Amadeo da muestras de su poderío físico: 



























































































































































Y llegamos a una segunda "cima"...












...donde Amadeo vuelve a hacer ostentación de tan importante logro:












Poco presume ahora de que casi no cabe por esa grieta: 😂













































La popular "Ballena de Sonabia", otro de los alicientes del lugar:


































Y ahora ya más cerca, volvemos a admirar los "Ojos del Diablo":













































Amadeo haciendo de las suyas:























Por cierto, a Amadeo le encantó la ruta y aunque no es lo más aconsejable para manejarse por el lapiaz, lo celebra como se merece: 
 


































Un último vistazo a lo que vamos dejando atrás:












Utilizando el argot ciclista, llegamos a la tercera dificultad montañosa de la jornada.
De esta no recuerdo el nombre pero lo que sí está claro es que el buzón no soporta bien el paso del tiempo ni los aires "salados" del mar:























Bonita vista hacia la playa de Oriñón:












No sabemos el nombre pero dejamos constancia de haber estado allí.
Amadeo para compensar lo de antes, "rebaja" el alcohol del vino con un poco de agua:
























































Todavía nos quedaba otra "cumbre" que celebrar. 
(La Peña de la Serna creo que se llama ésta. 388 msnm.):























Si miramos hacia atrás podemos ver donde hemos dejado las dos últimas:























Y ya en el mismo camino por el que subimos, volvemos a ver la impresionante encina, donde Amadeo vuelve a demostrar su buen humor:
























































Al final, creo que puse más fotografías y más comentarios de lo que tenía pensado al principio.
Como conclusión, sigo pensando lo mismo que puse en el título del reportaje anterior:


A primera vista, parece "poca cosa", pero no solo se puede decir eso de que nunca defrauda. Que nadie piense que allí se puede ir a dar un paseo. Una buena prueba la podemos ver en las piernas de Amadeo. (Las mías también tenían lo suyo, hasta el punto de prometerme a mi mismo que no vuelvo al monte en pantalones cortos):


¿O será provocado por los efectos del vino? 😂



Hasta la próxima.











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