Después de casi tres meses de inactividad por algunos problemas de salud, el retorno a la práctica de nuestra afición requería de un recorrido no muy exigente. (Al final resultó ser algo más durillo de lo esperado). Después de algunos intentos por hacer coincidir "las agendas" de un par de amigos y un pronóstico de tiempo favorable, decidimos que era el momento. Un buen lugar para "dar un paseo", no muy lejos de casa, sin grandes dificultades y con alicientes suficientes, era hacer una circular al Monte Buciero, en Santoña. Aunque yo había estado ahí hacía ya unos 15 años, no me importó repetirlo, pues tenía recuerdos de algunas vistas espectaculares.
Quiero decir también, que no me parecía de suficiente interés para hacerlo público aquí, entre otras cosas por ser suficientemente conocido, pero decidí hacerlo, más que nada, para que no se me olvide la mecánica de como hacer los reportajes.
En las proximidades del Fuerte San Carlos nos ponemos en marcha:
Al nombrar el fuerte, quiero aclarar que no pongo fotos de algunos puntos de interés, pues en principio, no era mi intención hacer reportaje.
Nada más comenzar a andar, tenemos buenas vistas de la vecina localidad de Laredo:
¡Y yo creyendo que estábamos en Santoña!
Antiguamente, construcción militar ocupada por una guarnición de soldados.
La pista por la que transcurre la mayor parte del recorrido es amplia y con señalización en diferentes puntos de la misma:
Abandonamos la pista para adentrarnos en el interior del bosque y de esa forma llegar a la cumbre del Monte Buciero. Los senderos para acceder al mismo, no están tan bien indicados y es fácil confundir el camino correcto si no se dispone de gps o similar. Aquí un punto de interés. Concretamente el Valle de los Avellanos. (Interés...relativo).
Llegados hasta aquí, me gustaría decir que la mayor parte del camino discurre por el interior del monte, razón por la cual, las vistas son más bien escasas y por ese motivo salimos un poco decepcionados de la ruta, pero desde aquí es un completo espectáculo:
Y aquí presento más "seriamente" a mis amigos y compañeros de fatigas en el día de hoy.
Jesús (que se negó a hacer su clásica pose bastones en alto, pues dijo que eso lo reserva solamente para los "ochomiles"):
(Después de esta primera experiencia, creo que me será más fácil encontrarlo por los campos de golf que por las cumbres de las montañas).
...y yo mismo:
Algunas imágenes más, sin comentarios:
Confieso que renunciamos a bajar a uno de los lugares más bonitos de la ruta, como es el Faro del Caballo. Los 763 incómodos escalones que hay que bajar...¡y subir! hicieron que lo "diéramos por visto".
Yo bajé una pequeña parte para poder tomar esta fotografía:
Mucho más accesible es el Faro del Pescador, puesto que nos pillaba de paso para poder completar el recorrido circular que habíamos programado:
Aquí comenzamos a pisar asfalto que ya no nos abandonó hasta el final de la ruta:
Bonita vista tiene desde aquí la Playa de Berria:
A partir de aquí, nos esperaba un buen trecho de pista hormigonada, con un desnivel importante (lo más duro del recorrido) hasta llegar a la altura del Fuerte Napoleón. La subida nos afectó de tal forma que cuando llegamos a esa altura, había que desviarse por esta carreterita "cortada" que se ve en la foto para visitar el fuerte y nos dijimos que no se nos había perdido nada en aquel lugar:
En esa pequeña cumbre que se ve al fondo, está la cruz del Monte Buciero donde estuvimos anteriormente:
Último vistazo general a Santoña:
Hasta la próxima.
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