jueves, 5 de diciembre de 2024

LLANA DE POMAYOR Y CASCADA DEL ANDARAL... ¡Bestial!

 

¡Bestial!...en todos los sentidos. Por lo impresionante de los parajes por los que pasamos y también por la cantidad de "bestias" (caballos, vacas, cabras, etc.) que vimos a lo largo de todo el recorrido.
También se le puede aplicar ese adjetivo al amanecer que pudimos disfrutar desde el coche cuando nos acercábamos al valle de Matienzo:












No podíamos pasar por el alto Asón sin hacer una parada y la clásica foto de la cascada/nacimiento del río del mismo nombre:












Otra mínima parada en el aparcamiento del alto para mostrar esta curiosidad que llamó nuestra atención y de la que desconocíamos su presencia en el lugar.
(A la vuelta la pudimos ver en plena actividad):













Y una pequeña parte del motivo del título del reportaje, empezó ya en la carretera de aproximación al comienzo de la ruta:













































Nuestra andadura comenzó cerca del alto del Puerto de la Sía
(Desde el principio estoy "hablando" en plural por que, una vez más, aprovechando un día libre en el trabajo de Ricardo, disfruto de su compañía).
Exactamente, empezamos a caminar junto a la roca a la que se conoce como "El Peñascón de los Bellacos" *. Antiguo punto de encuentro de ganaderos:


 Fotografía "robada" de Google, pues debido a las malas condiciones meteorológicas del comienzo de la ruta, no era apetecible sacar la cámara de la mochila.











Confieso que al principio era bastante pesimista del resultado de nuestra actividad. Incluso se nos pasó por la cabeza abortar nuestro objetivo. Afortunadamente no lo hicimos. Lo que en principio parecía ser un fracaso, se convirtió en una de las rutas más... "bestiales" que recuerdo:












Bastante frío con algo de viento que hacía que la sensación térmica fuese inferior y una ligera llovizna, nos hizo dudar si seguir o regresar al calor del hogar.












Los primeros metros por una cómoda pista y en una bonita majada conocida como el Cabañal de los Bellacos.
(Deduzco que había mucho bellaco por la zona). 












En esa ladera se puede intuir el camino por el que tendremos que pasar:












Algunas bestias más. (Ya no lo volveré a recordar). Quedan bastantes.
Y ya que de cantidad "hablamos", advierto que el número de fotografías (como casi siempre) será excesivo, pero esta vez tuve que hacer un esfuerzo especial para contenerme y "enviar a la papelera" suficientes para hacer cuatro reportajes como este:
























































Ricardo ya empieza a admirar el paisaje.
(La Llana de Pomayor es una pradería completamente llana, como su propio nombre indica, donde el ganado pasta tranquilamente, en un lugar donde parece increíble que haya un metro de terreno plano):











Vistazo atrás:


Foto de Ricardo.













































































El sendero por el que tenemos que transitar se pone cada vez más... "interesante":
























Foto de Ricardo.
































Llegados a este punto ya se nos habían olvidado las complicadas condiciones del principio y lo único que nos importaba era registrar con nuestras cámaras la belleza que veíamos con nuestros ojos.
Ricardo en pleno "trabajo":












Por esa zona indicada con puntos teníamos que pasar:


Foto de Ricardo.














































































Foto de Ricardo.


































Foto de Ricardo.


































Foto de Ricardo.











Ruinas de la Cabaña del Mejicano, en un lugar conocido como Los Viveros:























Ricardo, bajando camino del barranco del Andaral, donde su espectacular cascada nos espera:












¿Se entiende ahora lo de ¡Bestial!?  
Brutal, imponente, salvaje... cualquiera de esos adjetivos creo que son insuficientes para calificar tanta belleza.
El lugar se merece un respetuoso silencio por mi parte:





































































































































CASCADA DEL ANDARAL, un rincón para el recuerdo:













Foto de Ricardo.












Foto de Ricardo.











Cabaña de Sacopudiego, otro rincón con encanto:













































En la foto anterior creo que Ricardo estaba haciendo esta bonita toma:
























Foto de Ricardo.



































































Foto de Ricardo.











Siento no ser muy conocedor de la toponimia del lugar, pues todos estos lugares tienen un nombre que aún habiendo consultado alguna información de la ruta, lamento no recordar:


Foto de Ricardo.























































Lo que a lo lejos se asemejaba a una especie de hongo, resultó ser una panal de abejas que parecía abandonado:


Foto de Ricardo.











Ascendiendo por un frondoso hayedo y bordeando el barranco de Argomedo, nos encontramos con esta otra llamativa cascada:


































También aquí posamos como si de una gran cima se tratara:













Foto de Ricardo.











Al fondo, dos puntos destacados en las proximidades de Ramales de la Victoria.
(En casi todo momento a lo largo de la ruta teníamos buenas vistas hacia el Valle de Soba):












En más de un sitio vimos excrementos que parecían de lobo. Ésta con bastante cantidad de pelo, parece confirmarlo:


Foto de Ricardo.











Y después de una exigente subida por el hayedo, llegamos a otro de los puntos más relevantes del recorrido. 
El Castío o Castíu:


































La Cabaña del Castíu, una curiosa edificación casi rupestre con una ubicación inverosímil: 














































Foto de Ricardo.






















Como en su momento no puse casi ninguna información gráfica de la Llana de Pomayor, a pesar de formar parte del título del reportaje y ser uno de los puntos importantes del recorrido, aprovecho esta foto de Ricardo para que se pueda intuir el increíble lugar, donde si nos fijamos bien, se puede "ver" como las vacas pastan en tan impresionante mirador:












Alguna bestia más para ir despidiendo lo que supongo que ya a estas alturas será un "pesado" reportaje:























¿Lo que sobraba en semejante paisaje? La parte alta del puerto de la Sía está plagada de esos malditos molinos (tal vez necesarios) que tan poco nos gustan a los que amamos la montaña en su estado natural:












Dejo también un par de detalles del recorrido como el plano de situación y el relieve del mismo.
Llama la atención en el relieve que parece ser lo contrario de lo que suele ser normal en la mayoría de rutas de montaña, donde al principio se sube y el final es en bajada. Pues no, incluso en eso se puede decir que es una ruta extraordinaria:























Pero no todo fue de "color de rosa". Siento que también debo mostrar lo que no es tan bonito para no dar lugar a engaño a quienes pretendan conocer un lugar tan mágico como este.
Una pequeña muestra de los muchos puntos donde la abundancia de agua no solo aporta belleza a las cascadas: 

































Pero no vamos a abandonar el lugar sin presumir de haber estado en un lugar tan extraordinario como El Castíu, impresionante mirador, nido de buitres, rincón mágico donde nos olvidamos del barro y del esfuerzo, nos sentimos libres y nos gustaría echar a volar como...
























Foto de Ricardo.











...lo hace este "pájaro"... ¡Bestial!


Foto de Ricardo.



Hasta la próxima.











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