sábado, 12 de febrero de 2022

De cacería por la PEÑA CORDERIZA y el DESFILADERO DE LOS TORNOS.

 

Sábado disponible de Ricardo y previsión favorable de la climatología. No necesitamos más para ponernos fácilmente de acuerdo y hacer una nueva salida por alguno de los montes de nuestro entorno. Relativo lo del entorno, pues decidimos que desplazarnos hasta la localidad burgalesa de Tudanca para conocer la Peña Corderiza y el Desfiladero de los Tornos podían ser una buena opción. 
Un par de detalles de nuestro "proyecto":























Parada mañanera en Agüera para comprar pan del día, magnífico en cualquiera de sus (al menos dos) panaderías y otra parada poco antes de llegar a nuestro destino, para hacer alguna foto. No estoy seguro de si este pueblo podría ser... Tubilleja?:


































Amplio aparcamiento una vez en Tudanca y desde ahí empezamos a caminar por la orilla del río, en busca del próximo puente por el que cruzaremos a la otra orilla:


































Cruzamos por aquí. En dos de las fotografías ya podemos ver nuestro cercano, aunque respetable, primer objetivo:













































Ricardo empezando a "trabajar". Motivos no nos faltan para apretar el botoncito:


































La impresionante Peña Corderiza nos espera:












Vistazo atrás:












Allá vamos. Al principio por cómoda pista, pero eso no tardará en cambiar y convertirse en un intrincado bosque, sin camino claro y con el agravante de una pendiente que nos hizo "sacar la lengua" por momentos:























Después de un esfuerzo considerable y cuando estábamos cerca de la cima, donde nos las prometíamos muy felices, pues el relieve restante de la ruta nos era ya muy favorable, en realidad empezó nuestro calvario. Empezó...la cacería. Allí nos encontramos el primer cazador apostado en plena cacería de jabalí. Nos explicó (con total corrección) que nos habíamos metido en plena batida. (Hasta el momento no habíamos visto ningún cartel de advertencia). Y lo peor es que nos dijo que la cacería se desarrollaba prácticamente en todo el recorrido que teníamos previsto hacer. Valoración rápida de la situación. Semanas preparando la ruta. Madrugón. Casi 200 kilómetros de coche. Palizón para llegar hasta allí...¿volver a bajar por donde habíamos subido?¿Coger el coche y regresar a casa "con el rabo entre las patas"? ¡Impensable!
El sofocón del momento nos hizo tomar la decisión, seguramente más irresponsable. Confiar que entre los miembros de la cuadrilla no haya alguno de "gatillo fácil", de los que disparan primero y preguntan después, con el simple movimiento del monte bajo por el íbamos a tener que transitar durante algunos kilómetros más.
Con más miedo que vergüenza, aprovechamos el lugar para hacer alguna panorámica desde allí. Aunque nosotros no lo disfrutamos tanto como nos hubiera gustado, las vistas desde allí son espectaculares:



































































Aquí
Ricardo era un blanco fácil, aunque por suerte, los jabalíes no "visten" de rojo:












En los lugares más insospechados hay algún "cochino" y no precisamente de los que se buscaban en la cacería:























Una vista de Tudanca desde las alturas:












Y el espectacular valle que se ve a su derecha. Está claro que no tengo ni idea de que valle se trata, ¿no?:












La panorámica es muy mala (como todas las que yo suelo hacer) pero lo que veían nuestros ojos era impresionante. (<Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia>).
 

Pinchar en el enlace para ver más grande:  https://tinyurl.com/34exubvn











Las sensaciones de los primeros minutos por el monte no fueron precisamente las mejores. Los perros "cantando" algún rastro y los primeros tiros hacían que no disfrutáramos precisamente mucho del momento:


Me acabo de dar cuenta que con el nerviosismo del momento, y aunque no es una cima muy destacable, debe de ser la primera vez que me voy sin hacer una foto que demuestre que "estuve allí". Por aquello de "<no foto, no cima>".

































En terreno abierto nos sentíamos algo más seguros, aunque de vez en cuando veíamos cazadores colocados en lugares estratégicos:

























































Este es el primer cartel anunciador de la cacería que vimos hasta ese momento, lo que no quiere decir que estuviese mal señalizado ni mucho menos. Es más, a partir de ahí vimos bastantes en cruces y accesos varios. Si hubo irresponsabilidad por parte de alguien fue de la nuestra:












Ahora voy a poner algunas fotos más (sin comentarios) de detalles que llamaron mi atención:




























































































































Se me olvidó advertir al principio, que hoy me iba a "pasar tres pueblos" en el número de fotos (se suele decir que lo poco agrada y lo mucho enfada), pero prometo que son muchas más las que se han ido a la "papelera" que las que pongo, lo que no significa que estas sean merecedoras de ser vistas. Pido disculpas.











Y después de encontrarnos con algunos perros y monteros, todos ellos pacíficos, llegamos a Cidad de Ebro, donde en un parque recreativo reponemos fuerzas y calmamos nervios:


































SEAT 1500 de época. Por cierto, en muy buen estado:























Ermita del pueblo:












Este cartel de advertencia de la cacería es algo más severo, pues dice "NO PASAR", pero lo nuestro ya no tiene vuelta atrás:


No sé si somos dos descerebrados o dos "gallos"
































































Aquí, Ricardo, el "profesional" de la fotografía, buscando los ángulos más llamativos de las mismas. 
Al final pondré una pequeña muestra de sus "trabajos":












De momento pondré otras cuantas mías (por si fueran pocas), ya en el camino de regreso en busca del Desfiladero de los Tornos:



































































El tramo de desfiladero es espectacular:

















































































































































































Cometiendo una imprudencia tras otra:  😄












Curioso salón de trofeos:












Y como la cosa va de caza, no quiero dejar sin reseñar, que al llegar al aparcamiento de vuelta, nos abordó este galgo, pensaba yo que en busca de algo de comida, pero le dimos algo y no parecía ser hambre lo que tenía:












Tal vez estaba necesitado de cariño. 
En esta foto de Ricardo, yo intento darle un poquito:












Él a mí me dio mucha pena, pues tal vez en la foto no se aprecie muy bien pero el color de sus ojos mostraba claramente que estaba "bastante" ciego:















Mientras los gallos y gallinas picotean tranquilamente, os dejo con la selección de algunas de las fotos de Ricardo, sin que sirva de precedente, a la que me refería anteriormente. Lo hago, con el motivo egoísta por mi parte de mejorar la calidad gráfica del reportaje, cosa que hará sin duda. 
He desechado muchas por ser similares a las mías, cosa lógica al caminar los dos por los mismos lugares, aunque también hay alguna similar. En cualquier caso...¡deléitense!:















































































































































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Y después de esta buena "ración" de fotografías, creo que quienes hayan tenido el valor de llegar hasta aquí, agradecerán que esto haya llegado a su fin.
Por si hubieran sido pocas, desde la carretera una vez ya en el camino de regreso, hago una última como recuerdo de esa Peña Corderiza, que perdurará en el tiempo como el día que tuvimos la fortuna de no ser abatidos como unas piezas más de la cacería:












¡Ah!, se me olvidaba. Casi al final del Desfiladero de los Tornos nos encontramos con el jefe de la cuadrilla de cazadores, que nos dijo que había sido él quien señalizó los límites de la batida y cuando yo le comenté el peligro de aquellos miembros de gatillo fácil que mencioné al principio, basado en la experiencia de mi pasado cazador, me dijo que de esos no permitía él en su cuadrilla. Que prefería que se escapasen los jabalíes que tener problemas de ese tipo. También nos dijo que al menos se habían abatido 4 jabalíes en la jornada. Hombre veterano y responsable, nos expresó su contento por que no hubiésemos tenido ningún percance y nos deseó suerte hasta el final. 
Sigo con la duda de si fuimos un par de inconscientes o un par de "gallos".

Sí, ya no tengo duda. Un par de gallos:


😉




Hasta la próxima.










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