Tengo que comenzar diciendo, que no tenía ninguna intención de hacer ninguna reseña de esta actividad, motivo por el cual el "material" que voy a aportar es más bien pobre. La razón principal por la que no lo iba a hacer, es por que se trata de un recorrido tan conocido que no voy a descubrir nada que no hayáis visto cada uno de vosotros alguna vez. Pocos lugares habrá más típicos y más trillados que éste, como bien he podido "sufrir en mis carnes". Y ese es otro de los motivos por los que no debería hacerlo, pues me ruborizo bastante solo con recordarlo. Pero también tengo alguna otra razón para hacerlo. En realidad, casi la única es que, como acabo de comprobar ahora mismo, hace ya casi un año que no lo hago y necesitaba comprobar que no se me había olvidado como hacerlo. Pero quiero aclarar que si no lo hice fue por que en todo este tiempo, creo recordar que solo hice una salida por los Collados del Asón, zona también de sobra conocida y de la que ya he puesto "multitud" de reportajes y que ese día no hice casi ninguna fotografía. Los motivos de esa falta de actividad fueron varios. Alguna limitación física, imposibilidad de abandonar el trabajo por parte de Amadeo, mi compañero habitual de salidas (no sé si son disculpas convincentes) y emplear la mayor parte del tiempo en practicar algún otro de mis hobbies, son algunos de esos motivos.
Pero empecemos a caminar. Tiempo habrá de que vayáis descubriendo el verdadero motivo de hacer esto público y por el que debería avergonzarme. Algunos de los que estáis leyendo esto sabéis que siempre dije ser un "lobo solitario". (Imaginaros aquí ahora un "jajá" de esos largos que solemos poner en los mensajes de WhatsApp).
Todo empezó por una llamada de un buen amigo que quería repetir ese recorrido que había hecho años antes y del que tenía buen recuerdo. Me invitó a acompañarle y aunque yo ya había estado varias veces, acepté sin dudarlo.
El amigo en cuestión se llama Ricardo y aquí os lo presento:
Una mirada atrás y podemos ver el punto desde donde comenzamos la ruta:
Esto es lo que vemos a nuestra derecha, en el sentido de la marcha y en dirección a Peña Maín:
Nos encaminamos a la majada de la Terenosa con el espectacular fondo del Neverón y los Albos:
Curiosa información de la ubicación del refugio del mismo nombre:
Hacia cualquier parte que se mire, el paisaje es llamativo:
Pinchar en el enlace para ver más grande: https://tinyurl.com/y3tdpzf9
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Una vez cogida la senda ya tenemos una buena visión del protagonista de la jornada:
Aprovechamos para "posar":
Las imágenes, aunque nada del otro mundo, no merecen ser empañadas con mis comentarios:
Y aquí ha llegado el momento de aclarar el porqué del encabezamiento de este vulgar mini-reportaje. Cuando Ricardo me comunicó sus intenciones y me dijo la fecha, lo primero que hice fue consultar la previsión del tiempo, era buena y pensé: "habrá gente, pero ya no es agosto y es martes, no habrá mucha". Empecé a dudar de mi reflexión cuando al pasar por la entrada del funicular de Bulnes estaba abarrotado de coches. Al abandonar la carretera en las cercanías de Sotres y empezar a "circular" por la pista que pasa por los invernales del Texu en dirección a Pandébano (nuestra intención era subir hasta el collado para evitarnos esos 5 kilómetros de pista), nos encontramos ya con bastante gente y coches aparcados por todos los rincones posibles para hacerlo, pues el estado de la pista es pésimo. Cuando por fin llegamos arriba, nos costó bastante trabajo encontrar un sitio para dejar el coche. Lástima que no hice fotos pues como dije antes, mi intención era no hacer reportaje. En una de las primeras fotos y en otra del final, si se mira con detalle, se puede ver algo de lo que digo. ¡Dios mio! Jamás he visto tanta gente en la montaña. Ni siquiera en la Ruta del Cares. Gente de todas las edades, niños, perros...
Confieso, no sin rubor, que en los 12 años que llevo practicando esta afición, nunca hice una ruta en fin de semana precisamente para evitar esto. Pero eso sería preferencia personal que no es necesario explicar ahora.
Vuelvo a hacer hincapié en que las pocas fotos que hice fueron con la intención de conservarlas como recuerdo para mí y por lo tanto he procurado que en ellas saliera el menor número de gente posible. Aún así, no pude evitarlo del todo y tengo algunos ejemplos:
Yo...¡también estaba!:
(Ricardo se me había despistado entre tanta gente).
Ya en la bajada, cuando encontraba un claro, entre adelantar o dejar pasar unos tras otros, hice alguna foto más y que vuelvo a poner sin comentarios:
Bonito lugar para poner a secar la manta:
Lugar privilegiado para pastar:
Algunos animales prefieren resguardarse en una buena sombra. ¿O les pasará como a mi que están asustados de ver a tanta gente?:
Y esta es la última de las fotos que hice y en la que se puede ver en la distancia, la confirmación de lo que dije antes:
Cuando llegué a casa me enteré (otro motivo de rubor, como asturiano que soy) de que era el Día de Asturias, festividad de la Virgen de Covadonga, o lo que es lo mismo, el mayor festivo del año en Asturias.
La próxima vez (y espero no tardar tanto) procuraré planificar mejor la salida. "Lobo solitario", jajajajajajajajaja
Hasta la próxima.
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