Después de una larga temporada hibernando (mi última salida fue el 30 de octubre pasado), retomo de nuevo la actividad. Tendría que empezar diciendo, que no tenía en absoluto pensado publicar nada sobre mi salida de hoy. Y explico por qué. ¿Casi tres meses sin salir a la montaña, por culpa de la nieve? ¿No poder cumplir con mi deber de "embajador de Picos", en invierno? ¡Imposible! Aunque un poco tarde, habrá que dar un paso adelante y procurar adaptarse a las "nuevas tecnologías", para intentar llegar a alguna cima, también en invierno. Así que, ni corto ni perezoso y viendo que la mañana se presenta aceptablemente buena, salgo en busca de algo de nieve para "cacharrear" un poco con los crampones y el piolet que tan generosamente, me trajeron los Reyes Magos hace unos días. No tengo ningún plan preconcebido, pero sí dos buenas opciones, desde el lugar donde vivo. Descarto Lunada por posibles problemas de nieve en la carretera y... ¿que mejor sitio que Los Collados de Asón?
Ya desde el Alto de Fuente las Varas, puedo apreciar que
la nieve está desapareciendo rápidamente:
Esta fugaz visión del Pico San Vicente, ahora sin una gota de nieve, me recuerda que hace unos días estaba inaccesible, incluso a grandes montañeros:
Y ya que de recuerdos hablo, el nombre de este pueblo por el que paso y por el
que discurre el río Asón, da
lugar a un chiste o dicho popular por la zona. Se dice que ese río, el
Asón, es seguramente el único
río de España y posiblemente del mundo, que..."va pa`RIVA".
Y como una ruta por el alto Asón, no se entiende sin una foto de la cascada de su nacimiento, pues pongo un par de ellas. Las altas temperaturas que hacen que esté desapareciendo la nieve, también ayudan a que esta esté en pleno apogeo:
Una vez en el punto de partida, mi primera intención era subir al Mortillano. Solo lo hice una vez y fue una de mis primeras incursiones por la zona. Incluso todavía no había empezado a compartir mis experiencias públicamente. Solo una cosa me hizo cambiar de opinión. No me apetecía "pisársela" a los grandes montañeros a los que me refería antes y que sé que la tienen en el disparadero. Por si esto fuera poco, por allí cerca hay otra montaña de la que estoy enamorado y ya se sabe que a las enamoradas hay que hacerles alguna visita... ¡de vez en cuando!
Las primeras imágenes, según me pongo en
marcha, no auguran un reportaje de gran belleza:
Por cierto, "valnera", las últimas dos veces que pasé por allí, no se ve al mastín al que un día salvásteis la vida.
Desde aquí, ya se ve la espectacular carretera por la que se sube desde Asón, hasta el collado del mismo nombre:
Y pronto dejo atrás una fuente famosa por lo frías que salen sus aguas. Creo que se llama la fuente Bezón:
Atrás se queda "nuestro" próximo objetivo. Será motivo de varias fotos, pero es disculpable, pues se trata de uno de los picos más representativos de la zona:
Claro que, las vistas al frente, no desmerecen en absoluto:
Los Campanarios, otro de los imprescindibles del lugar:
Una sorprendente aparición, para quienes no lo conozcan: el Llano de Brenavinto, visto desde el Alto de la Posadía:
Otro punto de vista de Los Campanarios:
Se pasa por una pequeña zona de bosque:
El Picón del Fraile, estuvo todo el día con ese "sombrero" de niebla:
Vista atrás de Brenavinto y Los Campanarios:
Ese camino, nos llevaría a las praderías de Brena Román:
Una panorámica del lugar:
Parece que pisaré algo de nieve:
Había algunos buitres por la zona:
Ahí está la cueva que tanto me costó encontrar en su día. Hoy no voy a llegar a ella. En este punto, me tengo que desviar:
Unas vistas de los alrededores:
Viendo la cantidad de nieve que ya me encuentro a una altitud todavía bastante modesta, no pierdo la esperanza de estrenar los "pinchos":
Y ahora, voy a guardar silencio, porque se acerca el gran momento.
¿Recordáis que al principio dije que por aquí había una montaña de la que estoy enamorado? Pues os la voy a presentar. ¡No me digáis que no es bonita!:
Casi no me explico, como teniendo eso por delante, fui capaz de echar esta vista atrás. Por ese hayedo he subido:
Otra vez vista al frente y ya tengo muy cerca la cima. Y los crampones y el piolet, en la mochila:
Creo que este es el lugar ideal para probar. Aunque la nieve no está lo suficientemente dura para que sean necesarios, al menos los pondré para practicar la forma de atarlos y la sensación de caminar con ellos puestos:
Ya estoy en la cima y desde aquí, ya puedo admirar otra "vieja amiga". Esta creo que no necesita presentación, pero por si hay algún "despistado"... Porracolina:
Otro vistazo hacia el Mortillano y los Mazos:
Hacia el Picón del Fraile, sigue cubierto de niebla:
El punto más alto (1438 msnm. según el gps):
Y el "enamorado":
Algunas de las vistas que pude disfrutar desde allí arriba. Tuve suerte con la bonanza de la climatología:
Y una panorámica, como despedida de la cima:
Con dolor de corazón... ¡tengo que dejarla!
Aunque pueda dar otra impresión, la señal indica el camino al pico que acabo de dejar y no el que se ve al fondo, que es Porracolina, claro:
Otras dos de la zona del Mortillano:
En esta, se pueden apreciar un poco mejor, los Porros del Mortillano:
Aquí pongo una panorámica del Hoyón de Saco, que es el lugar por donde hice el camino de vuelta:
Otra hacia atrás, una vez superado el Hoyón. No se aprecia muy bien, pero fijándose, se ve un curiosísimo lapiaz, completamente plano, en el que se podría incluso jugar al fútbol, por ejemplo:
Poco después, salgo a la zona de las cabañas de Saco:
Todavía tengo que atravesar otro hayedo en bajada, bastante embarrado, lo que hace que esta parte de la ruta se haga bastante incómoda:
Aquí, ya estoy a punto de completar la circular y enlazar con la pista por la que he subido. Una buena vista de Los Campanarios:
Los Castros de Horneo...
... y el Mazo Grande:
Como avisé al principio, iba a poner bastantes fotos del Mortillano. Y como el que avisa no es traidor...
Ya tengo ganas de otra "aventurilla". De momento, yo ya le estoy estudiando...
Como se puede ver, la nieve no va a ser un obstáculo:
Esta no fue una "aventurilla" cualquiera. Fue una auténtica historia de amor y... llegó a su fin. No se lo que os parecerá a vosotros, pero lo que iban a ser unas horas de juego con los "cacharros" nuevos, se convirtió en una bonita ruta montañera. Por eso he decidido compartirla y espero que os haya gustado. Tendré que volver otro día a practicar, cuando las condiciones de la nieve sean mejores. Aquí no creo que sirvan de mucha ayuda los crampones:
Hasta la próxima.
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