jueves, 11 de diciembre de 2025

ARROYO AJÁN. "Me puse las botas".



Segunda salida consecutiva en busca de cascadas, por la zona de la Vega de Pas, donde abundan y además se complementan con otros muchos motivos de interés paisajístico.
El mismo pueblo, desde el mirador que hay bajando el puerto de la Braguía, obliga a hacer una parada y sacar una fotografía:












La vista hacia el sector del Castro Valnera, también merece la pena:












Aquí ya me había "puesto las botas" en el más real sentido de la frase y comenzado a disfrutar del recorrido programado para el día:












Nada más aproximarme a la orilla del río, ya encontré los primeros alicientes para sacar el trípode y empezar a "trabajar":



































































Si hubiera sabido lo que me esperaba cauce arriba, no hubiera abusado tanto de esta primera cascada. Y es que ya os adelanto que lo de "ponerme las botas" también tenía el sentido que se le suele dar coloquialmente. Hasta el punto de que terminé harto de hacer fotos a cascadas, llegando incluso a dejar algunas atrás sin siquiera acercarme a ellas. Llegué al sitio a las
10 de la mañana, me marché de allí a las 4 y pico de la tarde y hubiera podido seguir mucho más tiempo. ¡Espectacular!:














































































Y si de vez en cuando echo un vistazo fuera del agua, las cabañas pasiegas que abundan por la zona, también llaman mi atención:












Pero las cascadas me siguen "llamando" y nunca mejor dicho, pues la tranquilidad y el silencio del sitio permite descubrirlas solamente escuchando el ruido que hace el agua al precipitarse desde las alturas.
Varios puentes también a lo largo de todo el camino:













































Más cabañas...























...y más cascadas:

























































































Esta me parece apropiada para posar:












Solo hay que caminar unos metros para que aparezcan más y más cascadas. Por cierto, al menos a dos de las más espectaculares me fue imposible bajar. En una de ellas había incluso montada una "reunión" con cuerdas y un mosquetón, alrededor del tronco de un árbol para encordarse y poder bajar.
Pero había muchas más sencillas sin necesidad de arriesgar el "pellejo":













































Todo el sendero que bordea el arroyo es bastante cómodo de andar y "no tiene desperdicio":
























































Pero aún quedaban cascadas y puentes como para aburrir:















































































































Para ir terminando, quiero decir que mi intención cuando empecé a hacer estos reportajes "acuáticos" no era poner esta cantidad de fotografías (es un defecto que tengo que intentar corregir, por aquello de que "vale más poco y bueno que mucho y malo"), pero esta vez podía haber sacado y puesto muchísimas más. Las oportunidades fueron infinitas.
Me despido con las tres que, sin ser ninguna maravilla, a mi más me han gustado:


























Hasta la próxima.










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