jueves, 11 de septiembre de 2025

PEÑA DE ALBACASTRO. "No hay dos sin tres".

 

No estoy totalmente convencido de que ese sea el nombre que más me guste para el lugar y por tanto para el título de este reportaje. Creo que me gustaba más "LORA DE ALBACASTRO", puesto que de ella se trata. Forma parte de la comarca de Las Loras (Castilla y León), mayoritariamente en la provincia de Burgos y está integrada en un Geoparque Natural reconocido por la UNESCO por su patrimonio geológico, paleontológico y minero de gran relevancia internacional.
Pero como en mis visitas anteriores a sus "hermanas" Peña Amaya y Peña Ulaña, también me referí a ellas como "peñas", esta vez decidí hacer lo mismo.
Tenía algunas dudas sobre el tratamiento de las mismas, pero no tengo ninguna sobre lo que me impresionaron a nivel paisajístico.
No tenía unas expectativas muy grandes en esta tercera incursión. Las dos anteriores habían dejado el listón muy alto y a priori me la imaginaba como la "hermana menor" de las otras dos, seguramente más conocidas y visitadas. Error.

Ese pensamiento (tremendamente equivocado) y las condiciones de escasa visibilidad, hicieron que al principio, mi sentimiento fuera negativo y de fracaso:












Las barreras al campo nada más empezar a caminar (que tampoco es algo que me guste), no ayudaban a mi estado de ánimo:












Si a esto añadimos que uno de mis mayores deseos era hacer un buen montón de fotografías y las condiciones no eran las mejores, eso tampoco ayudaba a que fuera demasiado optimista y me obligaba a hacer fotos a cosas con escaso interés:


































Pero todo puede ir a peor, o como dice el refrán o dicho popular... "Mal que no mejora, empeora"
El ruido de maquinaria trabajando, palas, camiones y motosierras varias, dejaban bien claro que se estaba haciendo una labor de deforestación:























No me fue fácil pasar por ahí:












Todo esto sucedía a la altura de donde se suponía que estaban las ruinas del abandonado pueblo de Puentes de Amaya. No me quedaron muchas ganas de "investigar". Lo único que quería era salir de allí "como alma que lleva el diablo".
Esto es lo único que pude ver de las..."interesantes ruinas, muros, paredes, arcos de piedra, cuidada fuente, etc.":












Y ya que de refranes vamos, en este caso no se va a cumplir aquello de que "Lo que mal empieza mal acaba".
Confieso que en el fondo estaba convencido, o al menos tenía la esperanza de que la niebla dejaría paso a las buenas vistas que yo me imaginaba.
Empezando a coger altura, ya tenía razones para pensar que no estaba equivocado:























Exactamente en este punto, un bando de perdices de unos 10 o 12 ejemplares, despertó mis instintos de "antiguo" cazador con su fuerte aletear con ese sonido inconfundible, casi metálico:












Este peñasco del que pongo varias fotos por ser muy llamativo, no tiene nada que ver con mi objetivo principal. Pronto se queda a la izquierda del sentido de mi marcha y no sé si será correcto pero en el mapa figura con el nombre de "La Muñeca":












Mi objetivo se encuentra "por ahí arriba", más arriba de lo que creía:
























































Si miro hacia mi izquierda, al fondo de la foto, ya puedo ver la "hermana mayor", que no es otra que la Peña Amaya y que estará presente en casi todo mi recorrido de hoy. 
Advierto que pondré muchas más de ella:


Aprovecho para decir que el número de fotografías que voy a poner hoy será excesivo. Llegué a casa con 162 y aunque la selección fue rigurosa, advierto que serán en total 93 las que ponga. Lo digo por si alguien se quiere "apear de este barco", pero no me puedo aguantar más sin decir que fue un auténtico espectáculo. Hice 162 como pude haber hecho 500  
(Me acordé bastante de Ricardo. Hubiera disfrutado tanto como yo lo hice).
A lo largo de todo el recorrido, hacia cualquier parte que miraba veía un motivo para "retratar".











De momento, tengo que mirar hacia adelante e ir ganando altura por su cara oeste, en busca de un punto por el que acceder a su parte más alta:























Vistazo atrás:












Más o menos en este punto, se gira a la derecha y se afronta un fuerte desnivel en dirección a la montaña que se ve al fondo:



































































En algún punto en el que el sendero dejaba de ser evidente, la presencia de algunos "jitos" ayudaba bastante. 
Nunca los aficionados a la montaña o el senderismo agradeceremos suficiente el valor de estas (en ocasiones obras de arte) que nos guían por los caminos:























Ya en terreno abierto, podía ver que aún me quedaba un trecho de subida:






















¡Por fin! llego a la parte más alta. Mi GPS marcaba 1336 m. de altitud.
(Por supuesto que su altitud no es lo más destacable de esta... cima).
























Aprovecho ese punto más alto para posar con la Peña Amaya de fondo:












Y al igual que en las dos "Loras" anteriores, la mayor parte del camino de su planicie superior fue lo más monótono de la ruta, donde cualquier pequeño detalle o montón de piedras parecía romper esa falta de interés paisajístico:















































































































El largo camino en solitario de tan enorme planicie, también ayudó a que recordara con intensidad (lo hago a menudo) la compañía de "Blanquita", que alguno conoceréis de nuestra historia juntos en mi ruta anterior por la Peña Ulaña.
























Pero como todo esfuerzo tiene su recompensa, al acercarme a su cara norte, tenía amplias vistas, de las que como siempre, pongo una de mis "cutres" panorámicas, que no hace justicia a lo que realmente veía mis ojos: 


Pinchar en el enlace para ver más grande:  https://is.gd/HHbhAq

































Aproximadamente por aquí, abandono la plataforma superior para bajar al valle por un camino espectacular y comenzar a cerrar la circular.
Pero aún faltaba mucho ... y bueno:



































































Otra panorámica, en esta ocasión hacia la otra vertiente:


Pinchar en el enlace para ver más grande:  https://is.gd/nLe5Dl











La bajada, al igual que la subida, fue bastante más exigente de lo que me esperaba de antemano, lo que no quiere decir que haya demasiado riesgo:























Incluso en este punto recordé tiempos pasados, cuando bajaba por la cara sur del Espigüete, "esquiando" sobre la grava de la pendiente:


































Pero como siempre, no todo son maravillas. De vez en cuando hay que "negociar" con estas "obras maestras" del ser humano:












Por suerte, salvar este obstáculo me dio paso a otro momento de disfrute de la contemplación de un buen rebaño de ganado, que para mí es un aliciente y me entretengo en hacer unas fotos (por si había hecho pocas) y de paso para complacer el gusto de Luis (seguidor habitual de mis reportajes):




























































































































































Sé que las fotos no son muy buenas pero hay que entender que era casi al final del recorrido, cuando las fuerzas ya iban muy justas y en condiciones normales no hubiera ni sacado la cámara de su funda. Todo sea por complacer a mis seguidores. (Bueno, en realidad solo tengo uno).  😂











Otra "pano" de la zona que acabo de abandonar y prometo que será la última:


Pinchar en el enlace para ver más grande:  https://is.gd/zJbFSB











Aunque no hice fotos a todos, había bastantes bebederos para el ganado en toda la zona:























Y no dudo de la calidad de sus aguas, algunas con solera. Esta, aunque no sé de que año, seguramente será "Reserva", por su aroma y "sabor en boca" a madera:























Y después de este toque de humor, (muy malo), solo queda afrontar el último repecho de subida final, por una cómoda pista, siempre con magníficas vistas hacia ambas laderas del valle:























Llegando al final, me vuelvo a encontrar con la misma barrera que crucé por la mañana y que ahora...




... me fijo en el ingenioso sistema de seguridad que tiene.
(Ahora pienso que igual no iba con las fuerzas tan justas, cuando todavía "pierdo el tiempo" en reparar en estas tonterías):












Últimas ojeadas al paisaje y llego de nuevo al aparcamiento desde donde salí... ¡unas cuantas horas antes!:
























CONCLUSIÓN:  Reconozco que me equivoqué al pensar que esta "Lora de Albacastro" era la "hermana menor" de las otras dos. Nada más lejos. A falta de "Blanquita", que me hará sentir a La Ulaña como inolvidable, es la que me deja mejor recuerdo. Sin duda es la más dura y exigente físicamente, pero todo lo compensa con su continua y brutal belleza. 









Y como muestra de agradecimiento y admiración, no podía dejar de poner una fotografía del pueblo que tiene la suerte de estar tan próximo a tanta maravilla. AMAYA. ¡Aquí empezó todo!:




¡Ah! se me olvidaba. Una prueba más de que no todo termina como empieza.
En la montaña, como en la vida, hay que tener paciencia y aprovechar las oportunidades.
Cuando salí por la mañana:




... y cuando llegué por la tarde:


¡Buafff!



Hasta la próxima.








 

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