lunes, 16 de noviembre de 2015

Alto de IMUNIA-Peña LUSA, desde Lunada.




Aprovechando esta última ventana de buen tiempo que se nos ofrece, decidimos (Pedro y yo) volver al Portillo de Lunada, para realizar otra ruta por uno de mis lugares favoritos en tierras cántabro/burgalesas. Nuestra anterior salida, fue al Castro Valnera y esta vez, optamos por hacerlo a otro de los "cocos" de la zona: la Peña Lusa y ya de paso, acercarnos al Alto de Imunia, para visitar tan llamativa cima.
(Zona bastante frecuentada por mi, pero desconocida para Pedro, razón por la cual, tenemos que poner remedio a eso).

Los acostumbrados detalles de la ruta:























Ya desde la ascensión al puerto y echando una mirada atrás, hacia la parte de donde venimos, se puede ver esta imagen con ese aspecto un tanto...fálico:














Desde el aparcamiento, vemos con cierta expectación, el lugar por donde intentaremos transitar:












Al principio, por una cómoda pista:


(Foto de Pedro).












Pedro, marcando el ritmo, con paso firme:












Una ojeada hacia Lunada, donde se puede apreciar la base militar instalada en el Picón del Fraile:












Algunas de las fotografías tomadas durante la tranquila ascensión por pista:



































































Acercándonos ya a la Imunia, empiezan a aparecer los "molinos", hacia los que yo no tengo ninguna simpatía:













Y sin excesivo esfuerzo, nos presentamos en el Alto de Imunia, en el que llama la atención la gran cantidad de hitos de piedra. (Nosotros pusimos nuestro granito de arena en la reconstrucción de alguno de ellos):


































El buzón correspondiente:


(Foto de Pedro).











Pedro, deja constancia de haber estado allí, al parecer con satisfacción:












Yo también estuve:


(Foto de Pedro).











Dos "tecnologías" bien distintas:























Media vuelta y a lo lejos, ya vemos nuestro próximo (que no cercano) objetivo:












Para eso, antes tuvimos que bajar por esta complicadilla ladera:












Tal vez sea aquí el momento de decir, que a pesar de lo que haya podido parecer hasta ahora, no tuvimos suerte con las condiciones climatológicas. Uno de los varios atractivos de la ruta, son las espectaculares vistas que hay hacia la costa. Pues bien...¡nada de nada! Desde el principio nos acompañó una espesa bruma, lo que restó aliciente a nuestro recorrido. Por otra parte y sin que sirva de disculpa, no es la mejor de las condiciones para hacer buenas fotografías.
























































Solo hacia esta parte, se veía el cielo bastante despejado:


































Hacia aquel "picucho" que se ve en el centro de la fotografía, nos dirigimos:
























(Foto de Pedro).











Cielo completamente azul aquí...












...y no tanto en este lado:























Y después de un buen trecho por una zona entretenida y de bastante roca, llegamos a la cima de la Peña Lusa:













(El "pitorro" del vértice geodésico, se encuentra ladera abajo, despeñado, según tengo entendido por efectos de un rayo). Afortunadamente, no me encontraba allí para confirmarlo.











Por supuesto, esta también la celebramos:













(Foto de Pedro).











Espectaculares los "porrones" que la rodean:



































































Ya llevamos un rato descendiendo y en la parte baja, comienza a haber mas vegetación y...¡más niebla!












Pero aún tuvimos tiempo de "inmortalizar" otros cuantos peñascos:


(Foto de Pedro).

































Aquí, Pedro, hizo un par de fotos mías a traición, disfrutando como un enano, con esos "piedrolos" a mi espalda:


(Foto de Pedro).












(Foto de Pedro).











Y más piedras:













































El camino está bien señalizado en su totalidad:












El aspecto otoñal de las zonas con arbolado, también ayudó bastante a lo poco llamativo de las fotografías:





































































































Una vez tomado el camino de regreso a casa y en la mitad del descenso del puerto de Lunada, hicimos una parada para reponer fuerzas e intentar disfrutar de las inmejorables vistas (que hay habitualmente y hoy se nos negaron), desde el mirador de Covalruyo.
Pedro lee atentamente el poema que Gerardo Diego (poeta cántabro) dedica al río Miera, cuyo nacimiento se encuentra en esta zona:












El poema dice así:












Y con esta (a mi parecer) preciosa foto de Pedro, pongo punto final a otra gratificante jornada de montaña, en espera de la siguiente:


(Foto de Pedro).











Por cierto, no se si para la próxima tendré compañero, pues tengo la impresión de que va a coger su "nave", como un E.T. cualquiera y abandonar la galaxia:   rrr28





Hasta la próxima.










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